Imagen creada con IA que representa lo que podría haber sido la antigua ciudad de Babilonia que Jorge Luis Borges narra en su cuento.

La Lotería, aquella institución «que otras repúblicas ignoran o que obra en ellas de modo imperfecto y secreto», ha decidido el destino de los ciudadanos desde hace milenios. El hombre, incauto, ha creído elegir su forma de vida y lo que le sucede, ignorando que opera en él la vil suerte jugada por unos dados clandestinos o una baraja adversa. Producto de este azar atroz son las páginas que se han escrito y que se escriben a diario (y que pretenden de alguna manera revelarnos el misterio). Leerlas es una forma posible de comprender la trama probabilística que nos subordina.

Imagen en miniatura sin fondo de Óscar Danilo Pérez.

Óscar Danilo Pérez Mazo (Yarumal, Colombia, 1996): Escritor y estudiante de último año de Historia en la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín. Creció en el campo, al lado de sus hermanos, del ganado y las quebradas, en zona rural de Santa Rosa de Osos y los Llanos de Cuibá. Hizo el bachillerato en su pueblo natal, en un colegio doctrinal, que criticó con fervor en una obra inédita titulada Manifiesto Anti-Escuelita, que significó sus comienzos literarios. De este establecimiento desertó finalizando el año 2013, para recibirse como bachiller en otro colegio más liberal y formativo. A pesar de la mala experiencia, en aquel lugar conoció a su mentor literario y amigo, Ever Giovanny Hincapié, sociólogo de la Universidad de Antioquia.

Pérez Mazo es Reservista de Honor del Ejército colombiano, por su servicio militar prestado en el año 2015 en el Batallón Guardia Presidencial de Bogotá, durante el segundo mandato de Juan Manuel Santos. Terminada la experiencia castrense, regresó a suelo yarumaleño para dedicarse a su vocación literaria de la mano de Henri García Jaramillo y su taller de literatura El Sueño del Pino. Desde entonces no ha dejado de dedicarle tiempo a sus dos mayores pasiones: la lectura y la escritura, además del dibujo a lápiz que practica con menor frecuencia. Ha recibido gran estímulo intelectual de sus amigos Juan Daniel Mazo, ensayista y profesor, y José Luis Pemberty, poeta y narrador.

Ha cultivado el cuento principalmente, género con el que ha obtenido reconocimientos en concursos literarios regionales. También gusta de escribir artículos de crítica social y literaria, al estilo de Fernando Vallejo, autor con quien pudo conversar largo y tendido una tarde completa, en el patio de su casa del barrio Laureles de Medellín. Es aficionado a la historia, disciplina en la que pretende sembrar importantes frutos y que lee con avidez, igual que la literatura de terror, la novelística clásica y la divulgación científica.

Óscar, «Osquitar» o «Oscarín», como es llamado en su entorno familiar, o Danilo o «Dani», en su círculo de amigos, gusta mucho del clima de Yarumal, no tanto de sus gobiernos, que califica de maliciosos e inoperantes. En la actualidad trabaja en dos novelas, que irán viendo la luz a su debido tiempo. Espera no demorarse mucho para retornar al campo de su infancia y pasar una vida tranquila allí, como lo hicieran Manuel Mejía Vallejo o el viejo Cicerón.